viernes, 20 de marzo de 2009

LAS MUJERES DE SENDERO, VERDAD HISTORICA Y VERDAD HUMANA

Dedicado a: Magdieluz por ser ejemplo de tenacidad, perseverancia y sobre todo cambio.

“Es conocido un viejo  adagio que reza  "Detrás de un gran hombre hay una gran mujer". Para el caso peruano; específicamente, para Abimael Guzmán el adagio
se convierte: "Detrás de un mal hombre existen muchas mujeres". Durante 12
años el Perú fue víctima de la guerra interna, durante ese periodo Guzmán
estuvo convencido que él era, en frases de Santiago Roncagliolo, "LA CUARTA
ESPADA DEL COMUNISMO" obviamente después de Marx, Lenin y Mao. Pero tras
bambalinas, detrás del “pensamiento Gonzalo”, se esconde la figura femenina de
no solo dos mujeres   sino de cientos de ellas, mujeres que al pasar a la
clandestinidad tuvieron que abandonar a sus hijos, esposos y familias;  en suma cuenta, a sus vidas”.

En 1962 Abimael Guzmán fue nombrado profesor de la Universidad de San Cristóbal de Huamanga en la ciudad de Ayacucho. La ciudad que recibió al futuro líder de Sendero era muy distinta a su Arequipa natal la segunda ciudad del Perú; Ayacucho la tercera ciudad en el mapa de pobreza; la universidad había sido cerrada casi un siglo; en algún momento fue la segunda universidad del Perú siendo reabierta en 1958 con la aspiración de convertirse nuevamente en un centro donde se impartiera cultura de vanguardia; la universidad principalmente formaba profesionales para la sierra sur, pasaron por su aulas intelectuales de la talla de Luis Lumbreras Julio Ramón Ribeyro, Oswaldo Reynoso; este último recuerda los efectos políticos de la apertura de la universidad en un artículo publicado en el diario la república al ser consultado sobre Abimael como docente en la Universidad; al respecto dice: “En una zona de grandes abismos económicos, por primera vez los hijos de los hacendados y los profesionales compartían aulas con los campesinos, y se iban a tomar cervezas con ellos, y los conocían personalmente. Eso motivo una gran efervescencia revolucionaria en Ayacucho”.

Al respecto también, Eric Hobsbawm en su ensayo “REVOLUCINARIOS”, afirma que las universidades en el centro de las ciudades son los focos más peligrosos de motín potencial que las situadas en las afueras o tras algún cinturón verde. En efecto, las universidades albergaban una combinación explosiva de jóvenes disconformes y voluntaristas con capacidad de leer, conciencia crítica e imaginación utópica, esta sería la explicación de por qué las grandes universidades del mundo se encuentran fuera de la ciudad… Pero la universidad a la que llego a trabajar Abimael; específicamente la Facultad de Educación daba a la Plaza de Armas de Ayacucho.

Otro dato a resaltar es que la universidad a pesar de su nombre católico, seguía los principios del fundador del PCP José Carlos Mariátegui quien sostenía que la revolución en el Perú no sería obrera sino campesina, porque el Perú carece de industria, es un país agrario, así que los oprimidos están en el campo. Para consolidar esa revolución Mariátegui, un autodidacta que no había cursado educación superior, proponía trasformar la universidad en una herramienta de la lucha de clases; al respecto el historiador Fernando Iwasaki dice: “Mariátegui concebía a la universidad como una fabrica, y a los estudiantes como sus trabajadores. El objeto de las aulas académicas era colaborar con los sindicatos obreros, adquirir experiencias de combate contra las fuerzas conservadoras y practicar la autocritica para mantenerse en la vanguardia de la orientación ideológica. El ideal universitario de Mariátegui comprendía el gobierno de la universidad por los estudiantes, la libre asistencia a las aulas, la creación de cátedras paralelas, el derecho de tacha contra los profesores reaccionarios y la fundación de las universidades populares”

De aquí se puede inferir que para los mariateguistas, la prioridad académica era y en minúsculos casos lo sigue siendo, el adoctrinamiento. Por ejemplo los profesores de letras exigían en los exámenes una lectura antiimperialista de cualquier cosa, desde tecnología para la extracción de minerales hasta la literatura. Los que se limitaban a dar respuestas técnicas tenían pocas probabilidades de aprobar. Incluso los estudiantes de educación física debían cursar las tres asignaturas obligatorias de materialismo dialectico y cuatro de materialismo histórico.

En este contexto es que Guzmán se posiciona fácilmente en la universidad y llega a controlar las viviendas universitarias, la Dirección de Bienestar Estudiantil, La dirección de Ayudas y Becas, los comedores gratuitos en ese entonces; todo esto desde el anodino cargo de Director Universitario de Personal; a cambio también de sumisión total.

Cabe señalar que Guzmán no solo controlaba gran parte de la universidad sino controlaba también la escuela secundaria experimental Guamán Poma de Ayala, donde cursaba estudios LA PRIMERA MARTIR DE SENDERO LUMINOSO,

Edith Lagos, hija de un próspero comerciante ayacuchano, empieza a estudiar derecho en una universidad particular de la capital y lidera las primeras acciones de Sendero Luminoso en Lima y Ayacucho. Luego de su fuga del Centro de Reclusión y Adaptación Social (CRAS) de Huamanga en marzo del 82, muere asesinada en un enfrentamiento con la policía en Apurímac (sierra sur) en septiembre del mismo año, cuando sólo tenía como mencionamos anteriormente 19 años de edad. Su funeral fue multitudinario; miles asistieron a su entierro.

Se cuenta que cuando el ataúd salió a la calle en procesión hacia el Campo Santo, miles de personas esperaban para acompañar el entierro. Hay quienes calculan la masa en 30,000 personas; y aunque es probable que el estimado exagere, es indudable que se trató de una de las concentraciones más grandes de la década.

Al ser preguntada al respecto mi amiga Catalina Adrianzen, quien en algún momento de sus años en el Perú tuvo estrechos lazos con las mujeres específicamente de SL me responde vía e-mail: “Edith Lagos es una de las figuras que persiste como mito de los inicios de la lucha armada de Sendero en el Perú. La masiva participación de pobladores en su entierro revela la existencia de un vacío y la urgente necesidad de encontrar referentes. Es decir, una nueva forma de narrar de los sujetos excluidos de un proyecto nacional fundado alrededor de una cultura occidental-criolla, minoritaria, y a espaldas de la gran mayoría de los miembros de la nación. Edith Lagos aparece como contraparte de aquellos primeros muertos anónimos del conflicto, cuya identificación fue anulada por el Estado, y cuyo cuerpo fue olvidado por una sociedad criolla altamente racista, hasta el punto de negar la injusticia y violencia que se ejercía sobre la población andina, sobre todo indígena, a quienes se les consideraba -se les considera- ciudadanos de segunda clase y menores de edad. Es decir, seres "feminizados" que no llegan a convertirse en sujetos sino en cuerpos, cuya materialidad es ignorada y cuyo silenciamiento debe aguardar por una significación desde la cultura dominante.

Sobre esta terrible realidad consultando algunos textos encontré que Nelson Manrique ha señalado que: "No existe una conciencia generalizada de que la desaparición forzada de miles y la matanza de decenas de miles de personas constituya una tragedia nacional"

En este sentido por ejemplo nos interesa analizar cómo ingresa abruptamente el aspecto de lo femenino en contextos autoritarios como los de SL en los que lo dominante es el pensamiento masculino y encima no solo el masculino; sino el masculino abstracto (abimael) y de esta forma se define lo femenino como corporeidad negada. La hipótesis que planteamos para este primer caso de Edith y que no será tocada en esta investigación, es que su cuerpo fue convertido a propósito en un fetiche, en un objeto al cual se mira para conjurar a la muerte que siempre estuvo presente en las y los militantes de sendero, el asesinato para ser más exactos, y lo perturbador a lo que conlleva este hecho, es por eso que la toman como una mártir.

Augusta La Torre tenía 17 años cuando llego a su vida Abimael Guzmán en Ayacucho. Por esos años, Abimael era sólo un vehemente militante comunista y Augusta, era la buena moza adolescente hija de un conocido comunista de Huanta conocido con el apelativo de “Camarada Espartaco”. Quienes conocieron a Augusta dicen que era amable, pero a la vez una afiebrada oponente política. El “Camarada Álvaro”, como en ese entonces se le conocía a Guzmán quedó deslumbrado con su belleza y el ímpetu que la caracterizaba. La adolescente estaba entusiasmada como todos los comunistas de ese entonces, en hacer la revolución y Guzmán parecía ser el hombre que la conduciría hacia ella.

En el 65, “Norah” y “Álvaro” se casan. Ese mismo año viajan a la China para entrenarse y aprender tácticas en la guerra de guerrillas, asaltos, emboscadas y diseñar explosivos. Augusta no solo era la esposa de Abimael, era sobretodo su compañera de revolución.

Al otro lado del mundo, en Lima, Elena Iparraguirre, comenzaba a descubrir la doctrina comunista. Según propio testimonio a la Comisión de la Verdad y Reconciliación: “Entonces mi labor era formarme en la línea de Mariátegui, así se decía en esos tiempos. Entonces me ponen en Socorro (Popular), reproducen las luchas de Huanta y de Ayacucho sobretodo, y los presos. Así asumo mi condición de militante el año 1968”.

En el 74, Iparraguirre, casada y con dos hijos, conoce a Abimael Guzmán y decide dejarlo todo por él.

“La primera escuela popular a la que yo había asistido fue cuando regresé inmediatamente de Europa, la dirigía el camarada “Gonzalo”, entonces yo fui con un grupo de mis amigas, yo ya la conocía a “Norah” pero no sabía que era su compañera ni nada, entonces allí él fue uno de los ponentes, me impresionó bastante porque expuso sobre la historia del partido”, relató.

Elena se enamoró perdidamente de Guzmán y a partir de ese momento se convirtió en la “Camarada Miriam”.

COMPARTIENDO EL PODER:

Eran días de peleas internas, tiempos malos y violentos, los comunistas estaban partidos y buscaban simpatizantes que les aseguraran el poder total. Abimael para ese entonces ya contaba con dos aliadas estratégicas: “Norah” y “Miriam”, a quienes coloco como sus lugar tenientes en los puestos 2 y 3 respectivamente.

Narro Oscar Ramírez Durand alias “Feliciano”, a la Comisión de la Verdad: “Gonzalo hizo del PCP su pueblo, concentrando el poder en una sola mano, y más aún en complicidad con sus dos cómplices “Norah” y “Miriam” a quienes promovió al autodenominado comité permanente histórico concretando el culto a su persona”.

En el 79, el Abimael Guzmán decidió iniciar la “Guerra Popular”, un año más tarde, instauro la cúpula de Sendero Luminoso. Para sorpresa y descontento de muchos de sus militantes, entre ellos “Feliciano”, la número 2 y la número 3 fueron la esposa y su fanática admiradora, Elena Iparraguirre. “Norah” y “Miriam” comandaron los primeros atentados de Sendero.

Cuenta Elena Iparraguirre: “En mi caso asumimos el inicio experimentando el plan piloto de grupos armados para dirigir un coche bomba”.

Tres años más tarde, en el 83, Abimael se autoproclama presidente de la república popular del Perú, y el "pensamiento Gonzalo" se convirtió en el pensamiento guía. Según narraciones de “Feliciano”, el numero 4 de Sendero en ese entonces y mando militar de campo, esto marcó el inicio del culto fanático a Guzmán. “Norah” y “Miriam” fueron las primeras que se rindieron ante él. Y cómo no.

“Feliciano” refiere: “Quien inicia esas cosas era Norah “Agacho la cabeza frente al partido y frente al presidente Gonzalo” Entonces la otra repetía lo mismo, entonces los demás tenían que seguir porque sino, no te daban el molde, te metían esas cosas en la cabeza

Consultado para esta investigación el Dr. Lavera opinó que: “en el tipo de movimiento de Sendero Luminoso, el líder absoluto es absoluto, es por lo tanto una imagen que tiene una connotación divina. Freud diría es el tótem. Ahora, el tótem es generalmente le encarnación de un padre, de una figura paterna, en este caso es una figura paterna drástica, es una figura paterna que pasa por encima de la muerte, que puede ser sanguinaria”.

LA MUERTE DE LA NÚMERO DOS Y LA ASUNCION DE UN PUESTO CLAVE.

El secreto mejor guardado quizá de Sendero es la muerte de Norah. Abimael, Augusta y Elena vivían bajo el mismo techo. Un 14 de noviembre, Augusta la Torre, “Norah”, la esposa de Guzmán durante 23 años, murió sospechosamente. Abimael nunca quiso, explicar la razón y la forma cómo murió “Norah”. Guzmán dijo que su esposa había muerto de un problema cardiaco. Y Elena Iparraguirre lo respaldó. Pero en su organización, sus camaradas sospecharon que ellos la mataron. Uno de ellos, la “Camarada Juana”, se atrevió a solicitar en una plenaria del partido que se formara una comisión investigadora para establecer de qué murió “Norah”. Abimael aceptó, pero nadie quiso integrarla .El cuerpo de “Norah” fue enterrado en un distrito de Lima, pero luego desapareció. Su muerte nunca fue esclarecida.

Para la policía, Norah podría haber sido empujada desde un segundo piso y que murió a consecuencia de los golpes. Guzmán es uno de los sospechosos. Al parecer existían discrepancias ideológicas entre ambos. Pero algunos miembros del partido, como Feliciano, estaban y están convencidos que Elena la asesinó. De hecho, durante el funeral, un desencajado Guzmán, con varias copas de más, contradijo su tesis del infarto y sugirió que Norah se habría suicidado. (Video policial)

Es así que Augusta se convirtió en la heroína de la revolución y segundo icono femenino dentro de sendero y la “Camarada Miriam” desde ese entonces en la mujer de Gonzalo, en la número 2 de Sendero Luminoso, ejecutaba las directivas y cuidaba personalmente a “Gonzalo”.

Feliciano aseguró a la CVR que la idea de bailar en homenaje a “Gonzalo” (en su cumpleaños registrado en el video donde baila Zorba el Griego) fue de Iparraguirre: “’Miriam’ lo propuso. Estábamos en el Permanente. Yo recién entro al Permanente en 1989. Y ella dice hay que filmar. Yo no estaba de acuerdo pero que iba a hacer. Todos estábamos de azul, medio uniformados. Al comienzo decían que era bonito color, que así también era en China”.

“Ahora no es una, sino son varias mujeres. Si recordamos el famoso video de Zorba, te das cuenta que hay montón de mujeres girando alrededor de él. Todas tratan de complacerlo y de cuidarlo”, precisó “Feliciano” a su interlocutor en la CVR.

UNA OTRORA COMBATIENTE

Magdieluz Quinilla U. tenía 15 años de edad cuando su madre, una mujer campesina residente en la provincia de la Convención específicamente en el distrito de Quellouno falleció por falta de atención médica a consecuencia de una infección urinaria. Su padre un campesino pobre agricultor de hoja de coca de avanzada edad y dos hermanos menores de 1 y 3 años respectivamente eran su única familia. Al cumplir los 16 años un amigo de la familia apodado “el saqgra” ofrece ayuda económica a la misma, Magdieluz, al ser prácticamente el único sostén económico familiar acepta sin reparo alguno; es así que se va imbuyendo en el mundo de la subversión, recibe panfletos hechos a mano, recibe instrucción básica en la utilización de armamento. Al poco tiempo es trasladada de su localidad a Ayacucho donde recibe instrucción escolar por las mañanas y por las tardes instrucción militar específicamente en el uso de explosivos; vive en la casa de “una señora bien buena” que le daba todas las atenciones supliendo el rol materno a la que conocía con el nombre de “Mirtha” a la que tiempo después los “cachacos” se llevarían a patadas; nunca más supo de ella. Al cumplir los 17 años fue bautizada con el apelativo de “camarada Érica”. Abandonó la escuela y formo parte de una columna senderista en las serranías de Ayacucho. El rol que desempeñaba era la de S1 (código militar americano para designar las funciones de primeros auxilios) ocasionalmente también cocinaba en los campamentos a mas de 4 mil metros de altura: “Hacíamos hervir el hielo para convertirlo e agua y poder tomar”. Participo en muchos enfrentamientos, fue herida tres veces, participo en la “demolición” de innumerables torres de alta tensión, entre otras actividades. Fue capturada el 4 de mayo de 1991. Se acogió a la ley de arrepentimiento sin saberlo, fue liberada el año 96. Ahora Magdieluz va cumplir 38 años se desempeña como empleada domestica en la ciudad de Arequipa ciudad a la que llego traída con engaños a los 27 años, tiene un hijo de 10 años y no quiere que su hijo pase lo que ella paso.

Conocí a Magdieluz hace 11 años, trabajaba en la casa de un familiar muy cercano, la recuerdo como una chica muy callada con unos ojos enormes de color negro, cabello corto vestía jeans y zapatillas blancas siempre. Le gustaba comer panetón pero nunca lo decía, le gustaban las fiestas que realizábamos en casa, hablaba con voz muy baja pero dejándose escuchar, nunca lloraba y siempre aparentaba estar sola. Los domingos, día de su salida se quedaba en casa; lavaba su ropa se peinaba horas de horas, le gustaba mirarse al espejo. Por ese entonces llegó del extranjero mi prima hermana con intensiones de radicar en el Perú específicamente en Arequipa como es de suponer. Al poco tiempo de su arribo empatizo tanto con Magdieluz que se la llevo a trabajar a su departamento en una zona residencial de la ciudad… las dos pasaban horas de horas conversando puesto que mi prima aun no era casada y estaba sola con Magdieluz. Así pasó el tiempo hasta que escuche a mi madre hablar con papá de Magdieluz; le pedía por favor que averigüe sobre la chica ya que le había confesado a Mercedes (mi prima) toda su verdad o por lo menos parte de ella. Fue un baldazo de agua fría para toda la familia saber que convivías con una ex reclusa, la primera tontería que se me paso por la cabeza fue pensar que ella era la culpable de la perdida de mi colección de monedas extraviada hace un par de meses. Luego de algunos días y de algunas llamadas papá pudo averiguar bien quien era realmente esta chica; ¿había dicho la verdad por lo menos? Pensé... o era todo un invento para llamar la atención o yo que se…

Pues si Magdieluz había dicho la verdad, claro que un poco tarde pero la verdad al fin. Recuerdo cuando papá hablo con ella y le increpo de por qué no había dicho la verdad antes, ella respondió una genialidad: Nadie me pregunto. Esto era cierto, pues mi tía lo corroboro luego con la ingenua respuesta de: ¡¡ay pues quien iba a pensar¡¡.

La situación real fue que encontré mi colección de monedas y Magdieluz se quedo a trabajar como lo viene haciendo hasta el día de hoy en mi familia.

Nunca pude preguntarle a Magdieluz sobre su verdad, siempre me acobardaba, pensaba que podía traer recuerdos infelices a su memoria y valgan verdades no quería causarle el mínimo daño con mis preguntas impertinentes, ella ahora era feliz tenía un hijo y quién era yo para perturbar esa tranquilidad.

Motivado por la curiosidad de investigador entrometido y también por la nota del curso de metodología de la investigación es que a principios de este año me atreví a vencer mi cobardía para con Magdieluz y le propuse hacer una entrevista a lo que ella obviamente se negó: “que vergüenza joven José, que van a decir las mamas del colegio”. (se refería al colegio donde estudia su hijo). Sin más remedio y sin argumento sólido tuve que abandonar el intento, posteriormente le explique que no era para televisión ni para radio solo era para un curso de la universidad que si quería solo tenía que poner su nombre y su primer apellido, al fin de cuentas ella sabía que en Arequipa existen 12 Magdieluz Quinilla por su DNI y que si quería podíamos prescindir de una filmadora y que solo se escucharía su voz; Además no hablaríamos de cosas que ella no quisiese.

Le di un abrazo de felicidad al escuchar su respuesta, esta vez no estaba feliz por el curso de la universidad sino por mí; por fin podría hablar abiertamente con ella y preguntarle las cosas que aun me intrigaban de sendero. Concretamos una cita en mi casa para el día domingo, día de su descanso, ella llego al promediar las 10 de la mañana vino con Emilio su hijo a quien le fascina jugar con mis juguetes que aún conservo en mi habitación, mientras Emilio jugaba mi mama le ofreció de desayunar a Magdieluz a lo que ella accedió; tomamos desayuno solo los dos (valga aclarar que los domingos me levanto tarde), luego fuimos a misa a la capilla de la Urb. La invite a almorzar a ella y a Emilio; nos fuimos a un fast food conocido en la ciudad; a medida que pasábamos tiempo juntos la comunicación era más fluida, me sentía inquieto, intranquilo, muy ansioso de empezar ya a preguntarle cosas. Había preparado una pequeña guía de entrevista; o sea se puede decir que tenía la intención de realizar una entrevista semi estructurada. Llegamos a casa, Emilio se quedo entretenido jugando play station en mi cuarto Magdieluz y yo estábamos solos en la sala; le pregunte que si podíamos empezar la entrevista, a lo que ella accedió. La vi un poco temerosa, se frotaba las manos, su mirada había cambiado bruscamente; le pregunte que si estaba bien, que si quería lo dejábamos para otro día; ella me dijo: “Ay joven con todo lo que usted ha gastado hoy día como le voy a hacer esperar” le dije que de ninguna manera se sienta comprometida que si no estaba preparada lo podíamos dejar para otro día; ella insistió en continuar; le pedí autorización para encender la grabadora a lo que ella accedió con un poco de recelo y empecé la siguiente entrevista:

(estoy convirtiendo el formato de la grabación que dejare colgado a mas tardar mañana)

 

Después de lo vertido en esta entrevista y teniendo conocimiento de los casos anteriores podemos concluir que:

Primero: Las decenas de mujeres que fueron parte del movimiento terrorista Sendero Luminoso fueron motivadas por el Amor en algunos casos, las necesidades económicas en otros, pero principalmente por su firme convicción de que el cambio es posible. Aceptamos desde aquí que se equivocaron en la forma; pero es de admirar la voluntad y arrojo que tuvieron por un ideal.

Segundo: Concluimos que la figura femenina en el movimiento terrorista sendero luminoso fue de vital importancia para el accionar político e inclusive militar, sin las mujeres de sendero; el mismo; habría sido desarticulado rápidamente.

Tercero: Es necesario un proceso de franca y abierta reconciliación entre los peruanos impulsado desde el gobierno nacional para no olvidar lo sucedido, que se olviden mezquindades eminentemente burocráticas y se acepte la cooperación internacional para la construcción de un museo; consideramos que esta es una forma valida de tener siempre presente y no solo en el recuerdo nuestro conflicto interno.

ANEXOS 1: Cuento corto escrito desde la prisión por la otrora “Camarada Miriam”

EL VIAJE HACIA EL MAR
Esta es la historia de un viaje hacia el mar, una pequeña, pobre pero muy valerosa familia, heredera de una tradición de valientes, emprendió los preparativos para viajar de los Andes hasta el mar; conocerlo y navegar en sus tormentosas aguas para arrancar de él todas sus bondades y entregarlas a su pueblo era su único interés. Desde muy joven se empeño en conseguir un viejo camión abandonado por sus indolentes dueños y aherrumbrado por los años. Pacientemente lo reparó hasta dejarlo como nuevo, fue ayudado por los suyos y cuando sus hijos crecieron les enseño a cuidarlo y conducirlo. Cuando por fin el camión estuvo listo y todos los preparativos conducidos iniciaron el largo viaje.
El camino era escarpado, sinuoso y el frío de la tormenta los acechaba golpeándolos implacablemente, empero lucían felices en su denodada brega. Desplegaron seguros su marcha y avanzaron conducidos por el padre sabio y tenaz, firme y decidido; la gente de su pueblo y la región comentaban de ellos y salían a mirarlos. Más, en la ruta aumentaron las dificultades: unos quedaron en la mitad del camino, algunos enfermaron y otros también murieron, pero siguieron avanzando, sólo faltó tramontar la última cumbre, aquella donde las negras, crueles aves rapaces solían atacar más a los viajeros; negras nubes se aglutinaron en los cielos. La neblina espesó y el denso silencio de la puna, una indeseada presencia los detuvo: la patrulla de caminos, por la negligencia de uno de los hijos, faltaba justamente el documento que el guardia demandaba. El padre fue así conducido a la prisión.
Los hijos desconcertados, aturdidos o callados se fueron manejando el camión. Más tarde el padre después de mucha reflexión pidió al comisario lo dejase hablar con su familia; quería decirles que era preciso guardaran el camión, el escollo final, era el tramo más duro. Tendrían que soportar el ataque de muchos buitres, descifrar lo que el cielo presagiaba y sus hijos aún eran jóvenes.
Continuar así en esas malas condiciones encerraba graves riesgos, se imponía un viaje, un cambio en los planes: la suspensión del viaje. Tras de muchas tentativas el padre logró convencer al oficial pero éste no los dejó verlos sino sólo hablarles por radio, lo hizo hasta dos veces pero no obtuvo respuesta alguna.
Fue que los hijos habiendo oído el llamado, primero lo negaron y se enzarzaron luego en la disputa si terminar o proseguir el viaje de inmediato hasta que al final decidieron prescindir del padre, y usurpando su lugar prosiguieron la marcha, arrancaron para proseguir muy ufanos y altaneros, como a quien cae del cielo la ocasión soñada, más al salir se desviaron del camino, se estrellaron contra las rocas y cayeron al abismo.
Tiempo después… las hijas y los hijos de los hijos del padre, empapados con su luz, condenaron a los otros, reconstituyeron el camión, reemprendieron el camino y llegaron hasta el mar.

ANEXOS 2 : Poema escrito por la otra senderista.

El Remolino Rompió la Calma

De lo alto de una montaña

Al lado de una inerte piedra

A la aroma de las hiervas silvestres le pregunto: ¿Cuánto falta para que el río aumente su caudal?

Para que tormentosamente arrastrase este cruel presente Hacia el sur diviso los anchos caminos,

Y en las pampas se notan los remolinos Pregunto yo al remolino:

¿Por qué te diriges al sur?

¿Qué quieres arrasar?

La iniquidad del pasado, posada allí

Retomo el camino curvilíneo zigzagueante se dirige allí; Donde la calma ya es tormenta;

Donde la tormenta ya no quiere ser calma Piedra inerte;

Por muy piedra; por muy inerte; sé que el camino, el río, la pampa y el remolino

movió sus guardados sentimientos

Hierba Silvestre aroma puro; Te ruego acompañarme en mi camino

Serás mi bálsamo en mi tragedia;

Serás mi aliento en mi gloria,

Serás mi amigo cuando crezca;

Sobre mi tumba allí:

Que la campiña me cobije,

Que el río me conteste,

La pampa arda;

El remolino vuelva,

El camino descanse;

¿Y la piedra? La piedra lápida eterna

Será en ella grabado

¡ ¡ ¡Todo quedará!!!

A:

Los héroes anónimos de la guerra interna que vivió el Perú.,

ANEXOS 3: Palabras de Maritza Garrido Lecca

Tras un juicio relámpago, los jueces sin rostro leyeron la sentencia: “Cadena perpetua por traición a la patria”. Una voz precisó: “Porque es una dirigente en potencia”. “¡Entonces encierren a los niños!”, exclamó la condenada. Maritza Garrido Lecca tenía 27 años cuando fue detenida en la casa que, bajo la apariencia de una escuela de danza, servía de escondite a Abimael Guzmán y a las principales dirigentes de Sendero Luminoso. Ha pasado los últimos nueve años en tres penales, la mayor parte en la cárcel de máxima seguridad de Yanamayo (provincia de Puno), a 4000 metros sobre el nivel del mar. “En todo este tiempo no vi nunca a mis padres, sólo a mis hermanos, porque mi padre no resiste la altura. Fueron siete años muy duros. El primer año estuve sometida a lo que llamaban aislamiento celular continuo. No podíamos salir al patio ni recibir visitas. Así un año. Te sentías realmente enjaulado”.

Bibliografía:

  • Angulo, Toño. “Llámalo amor, si quieres”. Aguilar, Lima 2004
  • Berlín, Isaiah. “Sobre la libertad”, Alianza Editorial, Madrid, 2004.
  • Bowen, Sally y Jane Holligan, “El Espía Imperfecto”, Peisa, Lima, 2003
  • Dargent, Eduardo y Alberto Vergara, “La batalla de los días primeros”, el Virrey, Lima, 2000
  • Hidalgo, Teodoro, “Sendero Luminoso: Subversión y contra subversión”, Aguilar, Lima, 2004
  • Iwasaki, Fernando, “ Sendero Luminoso, un caso de amaestramiento terrorista”, ponencia leída en Los Virus de la Violencia, II Jornadas por la Paz, de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril contra el Terrorismo, Sevilla.9 y 10 de noviembre del 2000.
  • Uceda, Ricardo, “Muerte en el Pentagonito”, Planeta, Bogotá, 2004
  • Archivos: Revista Varetas, Quehacer, Resumen Semanal DESCO

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